El estrecho de Ormuz, arteria vital del petróleo global, vuelve a estar en el centro del tablero. En plena escalada entre Irán y EE. UU., mercados, flotas y diplomacias se crispan. Aquí las tres claves para entender por qué todo el mundo lo vigila.
Un cuello de botella estratégico
Por este estrecho de apenas 21 millas entre Irán y Omán pasa el 20 % del crudo mundial y una proporción similar de gas natural licuado.
Un cierre incluso temporal podría disparar el precio del barril por encima de los $120, provocando efectos inmediatos en inflación y tasas de interés. Basta con la amenaza para alterar la logística global.
Tensión al rojo vivo: Irán sube la apuesta
En respuesta a los bombardeos estadounidenses contra instalaciones nucleares, el Parlamento iraní ha aprobado una resolución que autoriza el cierre del estrecho de Ormuz.
La Casa Blanca ha intensificado contactos con China para contener a Teherán. El mensaje: si Ormuz se bloquea, el caos será global.
¿Golpe real o pura postura? Irán camina sobre una cuerda floja
Pese a las amenazas, Teherán podría no dar el paso
Un cierre afectaría también sus propias exportaciones: solo la terminal de Jask opera, y con capacidad muy limitada
Una reacción militar sería casi segura: la Quinta Flota de EE. UU. está en máxima alerta, con respaldo probable de Europa y China
3 datos clave
- 1. Desde el 23 de junio, tras los ataques en suelo iraní, seis buques han sido desviados por interferencias en los sistemas de navegación.
- 2. El FMI advierte que una disrupción prolongada en Ormuz impactaría el crecimiento global, por alza del crudo y disrupciones logísticas.
- 3. Gigantes marítimos como Mitsui, Nippon Yusen y Hapag-Lloyd han reducido operaciones en la zona. Las aseguradoras ya suben tarifas.
Mientras Ormuz permanezca abierto, los mercados respiran. Pero el mero hecho de amenazarlo es suficiente para desatar pánico bursátil, alteraciones navales y movimientos diplomáticos en cadena.
Este estrecho es mucho más que geografía: es un termómetro de la estabilidad global. Y hoy, el mercurio está al rojo vivo.