La derrota que pone en jaque a Milei
Los primeros resultados oficiales, con aproximadamente el 90 % de los votos escrutados, muestran una victoria clara para el peronismo: Fuerza Patria obtuvo entre el 46 % y el 47 % de los sufragios, frente al 34 % logrado por Libertad Avanza.
No se trató solo de una derrota: el margen de casi 13‑14 puntos refuerza la idea de una derrota simbólica y política.
Buenos Aires, epicentro político y advertencia nacional
La provincia de Buenos Aires concentra cerca del 40 % del electorado nacional, por lo que su elección se considera un auténtico termómetro de cara a los comicios legislativos del 26 de octubre.
Este distrito es históricamente peronista, pero Milei aspiraba a un resultado más ajustado para impulsar sus reformas desde una posición más sólida.
Reacción tensa del oficialismo
Milei reconoció la derrota sin ambages: “sin dudas… hemos tenido una clara derrota” y añadió que hay que “aceptar los resultados”.
Aun así, prometió seguir adelante con su programa económico: afirmó que su administración no dará marcha atrás en la búsqueda del equilibrio fiscal, desregulación y lucha contra la inflación.
La campaña, los escándalos y su impacto en los mercados
El impacto fue más allá de lo político: tras la derrota, los mercados reaccionaron negativamente, con caídas en los bonos y acciones, y aumento del riesgo país.
A esto se suman los escándalos de corrupción, incluyendo revelaciones sobre la hermana de Milei y personas cercanas a su entorno, que han erosionado aún más su imagen.
Analistas interpretan el resultado como un rechazo al ajuste económico, priorizando el empleo y los servicios sociales.
¿Qué significa este resultado para las elecciones de octubre?
- Es una advertencia clara: Milei podría no conseguir los votos que necesita para avanzar con sus reformas vía decreto
- El peronismo consolida su fuerza, con Axel Kicillof reforzado como figura clave
- El gobierno deberá repensar su estrategia comunicacional y su vínculo con la ciudadanía si quiere revertir el escenario en octubre
Este golpe coyuntural no solo pone en evidencia el descontento social frente a una gestión ultraliberal en tiempos de crisis, sino que también reafirma la persistencia del peronismo como fuerza dominante en el mapa político argentino.