Miles de viviendas abandonadas en Caracas narran la historia silenciosa de una diáspora masiva. Mientras el mercado inmobiliario se desploma, un nuevo oficio emerge: limpiar y cerrar capítulos de vidas que ya no están.
Huellas de una partida sin retorno
En urbanizaciones de clase media en Caracas, casas con camas tendidas y tazas de café secas permanecen intactas desde hace años. Estas viviendas, marcadas por la ausencia, son testigos del éxodo de casi ocho millones de venezolanos que han dejado el país debido a una crisis prolongada.
Un nuevo oficio: limpiar el pasado
Mairin Reyes y Carolina Pérez han creado un servicio que va más allá de la limpieza: ofrecen un acompañamiento emocional a los propietarios que dejaron sus hogares. Clasifican objetos, desarman bibliotecas y venden pertenencias, ayudando a cerrar capítulos de vidas interrumpidas.
El mercado inmobiliario en caída libre
La desocupación masiva ha saturado el mercado inmobiliario en Caracas, con más de 3.000 viviendas vacías. Los precios han caído un 50% desde 2014, y muchas propiedades se deterioran sin encontrar compradores.
Memorias atrapadas en objetos
Cada objeto dejado atrás cuenta una historia: libros infantiles, fotografías, uniformes escolares firmados. Estos elementos se convierten en símbolos de vidas truncadas y de un país que se vacía lentamente.
Mientras el éxodo continúa, las casas abandonadas en Venezuela se convierten en monumentos silenciosos de una crisis que ha transformado el paisaje urbano y emocional del país.